Tengo una manía. Me gusta saber definir lo que hago con precisión, ya que me ayuda a entender sus diferencias, sus virtudes y sus defectos. Eso es lo que ahora mismo estoy viendo ante la proliferación de Escape Rooms educativos. Todos ellos me parecen geniales, y creo que es una forma magnífica para trabajar contenidos en una sesión, sin embargo considero que se están confundiendo ambos términos: BreakoutEDU y Escape Room.
Como ya indiqué en un post anterior, un BreakoutEDU, es un conjunto de herramientas e instrumentos que se usan para gamificar una sesión, si bien, se puede extender varias sesiones.
El BreakoutEDU tiene un carácter educativo desde su origen. La idea central es crear un macroreto que deben superar grupos-clase, que a su vez se subdividen en equipos. Ese macroreto tiene incluidos una serie de contenidos educativos, que constituyen o forma parte de los elementos (códigos, llaves, candados, elementos ocultos..), que deben resolver para conseguir abrir la caja, cajas o cualquier objeto que hemos usado para guardar el premio final. Premio que muchas veces consiste en abrir la caja.
Se puede transportar y desarrollar en muchos lugares, no tiene porque ceñirse a una serie de estancias, e incluso puede desarrollarse al aire libre.
Tiene una ventaja primordial. Podemos multiplicar el mismo reto varias veces, siempre y cuando tengamos los materiales suficientes. E incluso podríamos crear retos diferenciados que conduzcan a un mismo fin. Todo eso nos permite, que toda una clase esté trabajando, a diferentes ritmos, con posibilidades de equivocarse y retomar la pista correcta. Todo ello lo podemos crear en la misma clase, al mismo tiempo, y además lo podemos repetir con otros grupos-clase. Además el objetivo no tiene por que ser competir entre ellos, se puede crear un Breakout en el que cada grupo cooperar para conseguir un reto común.
Sin embargo, un Escape Room surgió de un modo ajeno a la Educación, y ahora se está empezando a trasladar al mundo de la escuela. La idea central de un Escape es encerrar a un grupo de 5 o 6 personas en una serie de estancias. En esas estancias suele haber un medio de comunicación (ordenador, teléfono, altavoz) y una cámara, para poder comprobar la evolución del grupo, y ayudarles si es necesario.
En esas estancias hay ocultas una serie de pistas, ambientadas en una historia. La misión final consiste en encontrar la llave o el elemento que nos permite salir de ese encierro. Por lo tanto, existe una limitación de tiempo evidente, al igual que existe un número máximo de personas que pueden jugar a la vez.
Otra limitación es que no podemos trasladar las estancias, en todo caso podríamos adaptar la historia a un nuevo lugar. Todo eso teniendo en cuenta que las pistas o herramientas se puedan desplazar y adaptar al nuevo entorno.
Su mayor limitación es la educativa. ¿De verdad algún docente se atreve a dejar solos y encerrados a un grupo de 5 o 6 alumnos/as durante una hora? ¿Qué hacemos con el resto del alumnado?. Necesitaríamos de cuatro a seis horas para que todos los grupos lo hicieran, y todo ello teniendo en cuenta que no se filtraran las pistas.
Puede que un grupo de docentes puedan realizarlo contando con el apoyo de otros miembros de la comunidad educativa. Realizando el mismo Escape Room simultáneamente en varias estancias, pero considero que sería un enorme derroche de tiempo y esfuerzo.
Por ahora yo he hecho BreakoutEDU, y los seguiré haciendo, ya que sus ventajas superan con creces a los Escape Room. Si queréis adentraros en este mundo tan fascinante, os dejo una lista con recursos que ha creado Javier Espinosa, especialmente es recomendable la lista de materiales de BreakoutEDU de Christian